La frambuesa, fruta del bosque deliciosa al paladar, es muy valorada por sus excelentes propiedades reguladoras del intestino y su poder antioxidante. Depura el organismo de tóxicos y grasas, equilibra la presión arterial, nos protege de los efectos de los radicales libres y fortalece nuestros músculos, nervios, piel y corazón.
Conocida también como fresa del bosque, la frambuesa es el del frambueso (Rubus idaeus), arbusto que crece silvestre en todos los países de clima templado. Pertenece a la familia de las Rosáceas, que incluye más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles que crecen por las regiones templadas de todo el mundo. Las frambuesas están formadas por varias drupas, agrupados alrededor de un rabillo central. Cada drupa contiene una semilla.
Las frambuesas silvestres llevan formando parte del consumo humanos miles de años. Gracias a su llamativo color (ya que las hay negras o azules, por ejemplo), su sabor dulce y jugoso y su enorme poder antioxidante, no es de extrañar que las frambuesas sigan siendo una de las frutas más consumidas del mundo, sobre todo, en la variedad de frambuesa roja.
Variedades
Existe gran variedad de frambuesas. A simple vista pueden distinguirse frambuesas de colores amarillo, negro y rojo. También existen frambuesas anaranjadas y blancas.
Las frambuesas se pueden clasificar también en función de la época del año en la que fructifican. La mayoría de las variedades de frambuesas son frutas de verano. Sin embargo, también existen las que fructifican en otoño o en todas las estaciones, que, aunque son de menor cosecha, contribuyen a ampliar el periodo de recolección de estas frutas.
Por otro lado, dentro del género Rubus se incluyen, además del frambueso común (R. idaeus), otras especies que dan frutos similares a la frambuesa. El frambueso japonés (R. phoenicolasius) es nativo de Japón, China y Corea. La especie de nombre científico R. strigosa se emplea en Estados Unidos como fuente de variedades cultivadas y proporciona frutos amarillos y rojos. Una especie ampliamente cultivada es la R. occidentalis, planta que da lugar a un fruto negro.
Propiedades nutricionales
La frambuesa contiene hierro, vitamina C, folato, fibra y flavonoides. Una ración de 125 g aporta un 40% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. Las propiedades antioxidantes de la vitamina C ayudan a proteger contra varios tipos de cáncer e intensifican las funciones inmunológicas. El folato actúa en nuestro sistema nervioso. Los flavonoides son compuestos cuya actividad antioxidante ayuda a proteger contra las enfermedades del corazón y el cáncer.
Entre los nutrientes presentes en las frambuesas existe la vitamina E, útil para la absorción de hierro y vitamina C. Además, la frambuesa contiene vitaminas del grupo B que favorecen el metabolismo de la energía y al mismo tiempo desempeñan un papel importante en nuestro cuerpo en la etapa de crecimiento.
Beneficios de comer frambuesas
Salud del corazón:
Los flavonoides de las frambuesas ayudan a tener un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, incluso en pequeñas cantidades. El alto contenido de polifenoles en las frambuesas también puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares mediante la prevención de la acumulación de plaquetas y la reducción de la presión arterial a través de mecanismos anti-inflamatorios.
Prevención del cáncer:
Las frambuesas contienen poderosos antioxidantes que actúan contra los radicales libres, inhibiendo el crecimiento tumoral y disminuyendo la inflamación en el cuerpo. Así, los potentes polifenoles de la frambuesa también nos protegen contra muchos tipos de cáncer, incluyendo el de esófago, pulmón, boca, faringe, endometrio, páncreas, próstata y colon.
Control de la diabetes:
Los alimentos vegetales tienen mucha fibra en la piel y, afortunadamente, las frambuesas tienen una gran cantidad de piel y por tanto de fibra, que ayudan a mantener estable el azúcar en la sangre. Diversos estudios ha demostrado que las personas con diabetes tipo 1 que consumen dietas altas en fibra tienen niveles más bajos de glucosa; las personas con diabetes tipo 2 mejoran su nivel de azúcar en la sangre, los lípidos y los niveles de insulina, gracias a la ingesta de frambuesas.
Para el cerebro:
Varios estudios en animales han demostrado una asociación positiva entre la ingesta de flavonoides de las bayas como la frambuesa y la mejora de la memoria, así como la disminución de la demora en la capacidad cognitiva relacionada con el envejecimiento.
Salud ocular:
Los alimentos ricos en vitamina C (como las frambuesas) han demostrado ayudar a mantener los ojos sanos, proporcionando protección contra el daño de la luz ultravioleta. Además, se cree que desempeñan un papel protector en la salud de los ojos, incluyendo la degeneración macular asociada a la edad.
Para la digestión y la regularidad intestinal:
El rico contenido de fibra y agua de las frambuesas ayuda a prevenir el estreñimiento y mantener un sistema digestivo saludable ya que la fibra promueve la regularidad, crucial para eliminar las toxinas del organismo a través de la bilis y las heces. Además, el consumo elevado de fibra está asociado a un menor riesgo de accidente cerebrovascular, hipertensión, diabetes, obesidad, enfermedad coronaria y algunas enfermedades gastrointestinales. Aumentar el consumo de fibra natural ayuda a reducir la presión arterial, los niveles de colesterol y mejorar la pérdida de peso en las personas obesas.
Tradición popular
Estas frutas contienen algunas propiedades con efecto benéfico sobre las mucosas bucales inflamadas y sobre la epidermis con capilares sanguíneos dilatados. La pulpa puede ser utilizada como mascarilla facial.
La cocción de las hojas, las cuales son ricas en tanino, pectinas, aceites esenciales y ácido cítrico, tiene una acción descongestionante tanto para uso externo como interno.
En la actualidad tiene gran aceptación por su contenido en antocianos, con propiedades colorantes que se emplean en el campo farmacéutico, cosmético y alimenticio.
Contraindicaciones
- Las cetonas de las frambuesas se utilizan como suplemento alimenticio para disminuir la grasa corporal. Más allá de su eficacia que no es objeto de valoración, es importante destacar que pueden tener efectos secundarios ya que puede causar nerviosismo, taquicardia o aumentar la presión arterial. Consecuencias que no tiene el consumo de la fruta fresca.
- La fruta solo se desaconseja en los casos de gastritis o úlceras de estómago. También es una de las frutas que puede causar reacciones alérgicas con facilidad.
Consejos para comprar frambuesas
La época más adecuada para la recolección de las frambuesas es durante el periodo comprendido entre los meses de julio y octubre. Se deben elegir frambuesas que no presenten signos de enmohecimiento.
Por otro lado, además de frambuesas frescas, también se pueden adquirir en el mercado frambuesas congeladas, enlatadas y en almíbar, y pulpa de frambuesa.
Conservación de las frambuesas
En las frambuesas, el crecimiento de mohos se produce a las pocas horas de su recolección, por lo que se consideran frutas muy perecederas. Para evitar este tipo de alteraciones, se pueden conservar en el frigorífico, donde se mantienen íntegras durante 2-3 días. Además, para una conservación más prolongada, se pueden congelar, ya que durante el proceso de congelación mantienen intacta su estructura.
¿Cómo consumir las frambuesas?
La frambuesa es una fruta muy utilizada en cientos de recetas que enriquecen la gastronomía típica de países del centro y del norte de Europa. En nuestro país su uso es más ornamental o centrado en la repostería, pero las posibilidades de incluir la frambuesa en nuestros platos con sorprendente resultado son inmensas.
En general, si no están sucias, no se aconseja lavar las frambuesas ya que absorben mucha agua, se reblandecen y pierden sabor con facilidad. En cualquier caso, ha de hacerse con poca agua, de manera muy delicada, sin colocarla debajo del chorro directo y hacerlo inmediatamente antes de su consumo para mantenerlas en estado óptimo.
Se trata de una fruta muy versátil, ideal para tomar frescas o para utilizar en preparaciones tanto dulces como saladas. Deliciosas en tartaletas con crema, resultan también perfectas combinadas con chocolate. También se utilizan para acompañar platos de carne, especialmente en aquellas con sabores potentes como la caza o el pato.
Son perfectas compañeras de los lácteos, como el requesón, yogur o queso y las frutas y cereales. Junto con otros frutos rojos son famosas como ingredientes principales de mermeladas y confituras.
En Inglaterra la salsa de frambuesas se emplea para rociar los budines de arroz y las gachas.
En Berlín es famosa la Weisse mit Schuss. Esta bebida que se sirve en las cervecerías y es el resultado de mezclar cerveza rubia, jarabe de frambuesas y soda.
Origen mitológico de la frambuesa
Carl Von Linnaeus le dio a las frambuesas el nombre botánico de Rubus Idaeus.
¿Por qué el nombre Idaeus? Bueno, para ello hay que buscar en la mitología griega.
Ida era la hija del rey de Creta. Ella era una ninfa que también era enfermera de Zeus, el rey de los reyes del Olimpo. Por aquel entonces, la frambuesa era toda blanca y se dice que Ida, queriendo coger una frambuesa en este arbusto espinoso (hay que decirlo, no olvides que es una zarza), se pinchó el pecho y brotó una gota de sangre. Y a partir de ahí esa fruta blanca se volvió del color de la sangre.
Existen dos montes con el nombre de Ida. Uno de ellos se encuentra en la actual Turquía, usado por los dioses de la antigua Grecia como mirador de la famosa Guerra de Troya. Allí Alejandro Magno ganó su primera batalla contra los Persas.
El otro se ubica en Creta y es el lugar de nacimiento del todopoderoso Zeus, donde fue ocultado para que Cronos –su padre– no lo devorara. No se sabe a ciencia cierta en cuál de ellos tuvo su origen, pero lo que sí se sabe es que fueron los romanos los que se encargaron de distribuirlas por todo su imperio y por el mundo.
Una historia mitológica para una de las frutas estrella del verano.