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Roja, aromática, bella… ¡irresistible! La fresa  es una fruta que enamora, por su belleza y su delicioso sabor. Y lo mejor de todo es que tenemos mucha suerte, porque es una de esas cosas ricas y tentadoras que no hacen mal, ¡sino todo lo contrario!

Las propiedades de las fresas son sorprendentes: es antioxidantefortifica los huesos, tiene efecto antiinflamatorio, ayuda a perder peso, refuerza las defensas, es depurativa regula el tránsito intestinal… ¡Ahí es nada! Vamos a hablaros de todas estas propiedades y de muchísimas más cosas a continuación.

Las propiedades de las fresas: vitaminas nutritivas

Las fresas están compuestas en su mayor parte por agua, y por este motivo aportan muy pocas calorías. Son ricas en fibras, que favorecen el funcionamiento del intestino. Además son una buena fuente de vitamina C, que refuerza las defensas, es antioxidante, y es necesaria en el proceso de formación del colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes. También favorece la absorción del hierro presente en los alimentos por parte de nuestro organismo. Otra vitamina presente en la fresa, si bien en menor medida, es la vitamina E, que también tiene acción antioxidante.

Otras sustancias nutritivas presentes en las fresas que tienen suma importancia para nuestra salud son el ácido cítrico, que tiene propiedades desinfectantes y potencia la acción de la vitamina C; el ácido salicílico, que es antiinflamatorio y coagulante; el potasio, fundamental para el funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos.

Fuente de vitamina C

Tal vez te sorprenda saber que 100 g de fresas contienen más vitamina C que una naranja… ¿lo sabías?

Una taza de 150 g de fresas cubre ampliamente nuestras necesidades diarias de vitamina C.

Antioxidante

Las fresas son ricas en vitamina C y ácido cítrico, que potencia su acción. Pero la vitamina C no es la única sustancia antioxidante presente en esta fruta: también contienen flavonoides (la antocianina, pigmento vegetal responsable del color de la fruta), y vitamina E, todas sustancias con efecto antioxidante.

Los antioxidantes combaten los radicales libres que dañan nuestro organismo.

Fortifican los huesos

Las fresas contienen potasio, magnesio y vitamina K, todos nutrientes importantes para la salud de los huesos. El potasio interviene en el equilibrio de los niveles del pH del organismo, es decir, el equilibrio entre ácidos y alcalinos. Los huesos actúan como una reserva alcalina, y una dieta pobre en frutas y verduras ricas en potasio genera una producción mayor de ácidos, por lo que el organismo ataca las reservas alcalinas de los huesos para equilibrar el pH, causando la pérdida del calcio y enfermedades como la osteoporosis.

Por otra parte, el magnesio interviene en el mantenimiento de los huesos y los dientes, porque ayuda a estabilizar el calcio. Y la vitamina K ayuda al cuerpo a construir huesos y tejidos saludables a través de las proteínas.

Antiinflamatorias

Son muchos los componentes de esta fruta que tienen efecto antiinflamatorio: el ácido salicílico es la materia prima para la obtención del ácido acetilsalicílico, comercialmente conocido como Aspirina. También contiene fenoles, que inhiben la producción de la enzima ciclooxigenesa, relacionada con las inflamaciones.

Refuerzan las defensas

Es sabido  que la vitamina C previene los resfriados… ¿o no? Pues tal vez te sorprenda saber que muchísimos estudios científicos han demostrado que la vitamina C no ayuda a prevenir ni curar los resfriados. Pero lo cierto es que la vitamina C junto con el ácido fólico mejoran y aumentan las defensas del organismo reforzando el sistema inmunitario. La unión de estos dos nutrientes aumenta la producción de glóbulos rojos y blancos, y también de anticuerpos, que funcionan como barrera para virus, parásitos y bacterias.

Poder depurativo y diurético

Las fresas tienen efecto diurético y depurativo, porque estimulan la micción y por consiguiente la eliminación de toxinas a través de la orina. Por ello son buenas en caso de hiperuricemia, porque contribuye a eliminar el ácido úrico y sus sales. También combate la retención de líquidos, y por el mismo motivo la hipertensión arterial.

Regulan el tránsito intestinal

Siendo rica en fibras, favorece el normal tránsito intestinal. Además las fibras «atrapan» sustancias nocivas como el colesterol, que de este modo es eliminado con las heces. Favoreciendo el tránsito intestinal, limita el tiempo de contacto de las sustancias nocivas con el tejido intestinal, evitando el estreñimiento.

Precauciones en su consumo: alergias

Se pueden decir muchas cosas de la fresa como fruta comercial en general, como que su cultivo excesivo está poniendo en riesgo zonas importantes de los humedales de Doñana,  una de las reservas ecológicas más importantes de Europa.

También se puede alegar que las personas con problemas renales y tendencia a formar piedras en el riñón, deben ser cautos a la hora de consumirlas porque contienen ácido oxálico, que tiende a precipitar y formar unos cristales llamados oxalatos, origen del cálculo renal

Por otra parte, el contenido en salicilatos de las fresas  es el responsable de las reacciones cutáneas (urticaria) que provoca, principalmente a las personas que tienen alergia a la aspirina (ácido acetilsalicílico).

fresas

Tipos de fresa

Tanto las fresas como los fresones pertenecen a la familia de las Rosáceas y al género Fragaria. En el mundo se conocen una 1.000 variedades. En España, la provincia de Huelva, gracias a sus condiciones favorables, es la mayor productora a nivel nacional, siendo reconocida su calidad en todo el mundo.

Hoy en día sin embargo las fresas más comercializadas son las de cultivo intensivo en invernadero, que están presentes todo el año en el mercado.

Vamos a hablar un poquito sobre las principales variedades presentes en el país:

Fresón

El fresón no es en realidad una sola variedad. Se le llama así a la fresa grande, con forma de corazón y color rojo vivo. La variedad Camarosa es la más cultivada.

Reina de los valles

Es la variedad de fresa predominante en el mercado español. Son frutos pequeños de color rojo blanquecino a rojo brillante, con suculenta pulpa de sabor dulce y aromática.

Cómo escogerlas y conservarlas

Es una fruta que se deteriora muy fácilmente. Por eso hay que escogerlas gruesas, brillantes y de apariencia fresca, siempre con los tallos intactos, que no hay que retirar hasta después del lavado.

Se conservan en el frigorífico, mejor si esparcidas sobre un plato.

Curiosidades

  • ¿De dónde viene su color rojo? Este intenso color rojo de la fresa que la hace tan apetecible tiene su causa en la antocianina, un pigmento vegetal que pertenece al grupo de los flavonoides (antioxidantes) y que destacan por su papel en el buen funcionamiento de la vista o el sistema cardiovascular. En resumen, comer fresas te ayudará a proteger el corazón.
  • De la familia de las rosas. La fresa está emparentada con las rosas en términos botánicos
  • Fresas para unos dientes más blancos. Sí, las fresas sirven para mantener la limpieza de los dientes y su blanqueamiento, además de ayudar a tener unas encías saludables.
  • La fresa es el símbolo de Venus (o Afrodita, para los griegos), símbolo de la belleza, el amor (debido a su forma de corazón y al color rojo) y la fertilidad, y capaz de hacer inmortales a los enamorados. Y es que, la fresa es un producto tan fuertemente relacionado con el amor que, de acuerdo con una milenaria leyenda, si una pareja comparte una de esas fresas que nacen dobles, el amor que surge entre ambas personas jamás se romperá y estarán juntas por siempre.
  • ¿Conoces el Museo y el Tren de la Fresa? En Bélgica hay un museo que rinde homenaje a esta fruta donde posible comprar como recuerdo mermelada, miel, gel y hasta cerveza de fresa.
  • Es Francia se piensa que las fresas son un afrodisíaco y por ello se sirven como desayuno a los recién casados.
  • En Otelo, Shakespeare adornó el pañuelo de Desdémona con fresas simbólicas.
  • Madame Tallien, una figura prominente en la Corte del Emperador Napoleón, fue famosa por bañarse en jugo de fresas frescas. Ella usaba 22 libras por cada baño (no se bañaba diariamente).
  • En partes de Baviera, la gente común todavía practica el rito anual cada primavera de amarrar canastas pequeñas con fresas silvestres a los cuernos de su ganado (vacas y toros) como una ofrenda a los duendes. Creen que los duendes, que están apasionados y encariñados con las fresas, les ayudarán a producir ganado sano y abundancia de leche a cambio.
  • Los indios americanos ya comían fresas cuando llegaron los colonizadores. Las bayas machacadas eran mezcladas con harina de maíz y cocidas al horno para hacer pan de fresa. Después de probar este pan, los colonizadores desarrollaron su propia versión de la receta y la torta o pastel de fresa fue creado.
  • En las épocas griegas y romanas, la fresa era una planta silvestre.
  • La reina Anne Boleyn (Ana Bolena, si lo prefieres), la segunda esposa de Henry VIII tenía una marca de nacimiento en forma de fresa en su cuello, por lo que algunos decían que ella era una bruja.
  • Para simbolizar la perfección y rectitud, los cavadores de piedra medievales tallaron diseños de fresas en los altares y alrededor de las cabezas de los pilares en iglesias y catedrales.
  • Los antiguos romanos usaban las bayas para aliviar los síntomas de melancolía, desmayos, todo tipo de inflamaciones, fiebres, infecciones de la garganta, piedras en el riñón, mal aliento, ataques de gota, y  enfermedades de la sangre, el hígado y del vaso.

 

 

 

Receta: Fresas con Vinagre Balsámico de Módena

Este postre de fresas con vinagre balsámico resulta sorprendente por lo sencillo que es de elaborar y porque da un resultado increíble. Puede que al principio sorprenda la idea de mezclar fruta y vinagre en un postre, pero lo cierto es que funcionan a las mil maravillas. ¡Pruébalo y ya verás cómo se convierte en una forma más de preparar las fresas en casa!

Para hacer esta receta te aconsejamos que busques el verdadero Aceto Balsamico di Modena. El auténtico viene de Módena, Italia, y se deja envejecer como el vino. A medida que envejece, su textura se vuelve espesa como el jarabe, el sabor se concentra y es muy agradable. Los balsámicos más jóvenes son buenos para aliñar ensaladas pero para los postres, como éste, es preferible buscar un buen vinagre envejecido. Un poco cunde muchísimo y es pura crema.

Necesitarás:

  • 1 kilogramo de Fresas
  • 40 g de Azúcar blanco
  • 75 ml de Vinagre balsámico
  • 1 pizca de Pimienta negra (opcional)

Manos a la obra:

Para hacer este postre de fresas con vinagre balsámico comenzaremos por limpiar las fresas, lavarlas y retirarles tallo y hojas. Corta las fresas en cuatro y ponlas en un bol amplio. Espolvorea el azúcar por encima y rocíalas con el vinagre balsámico. Añade un golpe de pimienta molida, lo que le da un interesante toque picante. Déjalo reposar 3 horas en el frigorífico  y luego sírvelo en una bonita copa de cóctel.

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