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En esta ocasión, vamos a hablar de la Coliflor (Brassica oleracea), una verdura que tiene sus orígenes en las regiones del Mediterráneo Oriental, específicamente Asia menor, Líbano y Siria. Durante los siglos su uso se ha extendido en el mundo y, a mediados del siglo XVI, llegó a Francia e Inglaterra para popularizarse en el mundo moderno. Dede hecho, en la actualidad su mayor productor es China.

La coliflor es una variedad de col perteneciente a la familia de las Crucíferas, la misma familia que el brócoli, el romanescu, el repollo, la col, la berza o las coles de Bruselas y que, como todas ellas, se trata de un alimento muy saludable con gran cantidad de nutrientes beneficiosos que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer varias enfermedades. Además, posee muy pocas calorías por lo que también es una gran aliada para mantener el peso o incluirla en dietas de adelgazamiento.

Es una de las verduras que más sentimientos de amor-odio despierta en España: a algunos nos encanta y a otros, no tanto. Esto es debido al olor poco agradable que desprende al cocerla, pero que afortunadamente puede mitigarse añadiendo al agua de cocción una patata o manzana.

Variedades de coliflor

Variedades de coliflor

Son muchos los tipos de coliflor que existen. Lo más habitual es que estos se clasifiquen por su color, aunque hay más criterios. Así, podemos destacar las siguientes variedades:

  • Blanca. La que todos conocemos por ser la más común. ¿Sabías que tienen este color porque los agricultores unen sus hojas en la parte superior evitando que le dé el sol? Así se impide el desarrollo del color verdoso propio de la clorofila.
  • Verde. Al contrario que la anterior, el sol nutre la planta y tiene color verdoso. Es una variedad de coliflor más aromática que la blanca y también tiene mayor cantidad de vitamina C.
  • Morada. Tiene un color curioso gracias a las antiocinas que contiene, antioxidantes que le aportan la tonalidad violeta. Sin embargo, cuando se cocina pierde este color y se queda verde amarillenta.

Propiedades de la coliflor que harán que la ames

La coliflor es un alimento con un perfil nutricional muy completo, ya que posee muy pocas calorías pero contiene gran parte de las vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita a diario. De entre ellos destaca su alto contenido en vitamina C y, en menor medida, vitamina K, potasio, manganeso, magnesio, fósforo y fibra.

Otro de los beneficios de la coliflor es que contiene 3 g de fibra por cada 100 g de verdura cruda, lo que supone el 10% de nuestras necesidades diarias.

La fibra es importante porque sirve de alimento a las bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino grueso ayudando a prevenir inflamaciones y mejorando la digestión, por lo que consumir la cantidad adecuada de fibra puede ayudar a prevenir enfermedades intestinales como las diarreas  o la inflamación crónica del intestino.

Es una gran fuente de antioxidantes, los cuales son los encargados de proteger nuestras células de los radicales libres y de evitar que las células se vean afectadas por ellos.

Al igual que otras verduras de la misma familia, la coliflor tiene gran cantidad de glucosinolatos e isotiocianatos, dos antioxidantes que podrían ayudar a detener el crecimiento de las células cancerígenas.

También contiene carotenoides y flavonoides que podrían tener efectos anticancerígenos y que podrían reducir el riesgo de otras enfermedades.

La coliflor contiene colina,  una sustancia necesaria en el organismo ya que en presencia de vitamina C y calcio, ayuda  a que el hígado expulse la grasa y a evitar que la acumule. También juega un papel importante en el desarrollo de las células cerebrales, un déficit de colina podría suponer un mayor riesgo de padecer enfermedades hepáticas y desórdenes neurológicos como la demencia o el Alzheimer. No son muchos los alimentos que proporcionan colina, pero la coliflor y el brócoli, sí.

Como ya hemos visto contiene fibra, que ayuda a la digestión y a la sensación de saciedad, evitando que nos apetezca comer otras cosas a lo largo del día. Además, gastronómicamente hablando, es una sustituta de lujo para otros alimentos mucho más calóricos como el arroz o las harinas.

 

coliflor

 

Cómo elegirla y conservarla

A la hora de adquirir una coliflor, se aconseja elegir los ejemplares que presenten una masa limpia, firme y compacta, con hojas verdes y tiernas.

Si tiene manchas marrones, inflorescencias separadas o partes blandas en la masa, significa que está vieja. También conviene descartar aquellos ejemplares que presenten motas, debido a que muchas veces aparecen como consecuencia de la existencia de hongos o insectos en la coliflor.

Sin embargo, la existencia de hojas pequeñas que sobresalgan de la masa y una masa granulosa no implican una mala calidad, siempre que esta sea compacta. Una vez en casa, la coliflor ha de conservarse en el frigorífico, envuelta en una bolsa de plástico perforada. De este modo puede conservar sus cualidades tanto nutricionales como organolépticas durante una semana. Se aconseja no lavarla hasta el momento en el que vaya a ser consumida.

La coliflor también puede conservarse congelada. Para ello se seleccionan aquellos cogollos que sean más firmes y blancos y se escaldan durante unos minutos en agua hirviendo. De este modo se puede mantener durante un periodo de cerca de ocho meses.

Cómo preparar la coliflor para su consumo

Antes de nada, hay que limpiar la coliflor correctamente. Primero, cortamos la base y le arrancamos las hojas, las cuales se pueden cocer y comer como cualquier otra verdura. Después, se separan las pellas y se lavan.

La coliflor puede consumirse cruda en ensalada o cocinada. Podemos elaborar con ella una gran variedad de platos: al vapor, al horno, asada, frita, rebozada, estofada, hervida o gratina. Puede servirse como acompañamiento de otros platos, como legumbres o arroz, o como ingrediente de una saludable menestra de verduras. También es un buen acompañante de algunos pescados, como el bacalao, o incluso puede formar parte de una original tortilla.

Además, las coliflores pueden constituir nutritivos y sabrosos platos por sí mismas, acompañadas de patatas, huevo duro, un refrito de ajos, un poco de mayonesa o incluso frutos secos, como, por ejemplo, almendras.

 

coliflor

 

Curiosidades

Al igual que ocurre con otros alimentos, en un principio era utilizada simplemente como fármaco natural para aliviar los dolores de cabeza o la diarrea. Serían los romanos quienes comenzaron a cultivarla para su producción, comercialización y consumo. Así, debido a las innumerables conquistas durante su época imperial y al rico comercio que mantenían, la introdujeron en algunos países ribereños del Mare Nostrum.

No obstante, aún pasaría algún tiempo para que las naciones punteras de Europa como Francia e Inglaterra generalizaran el cultivo de esta planta, concretamente en el siglo XVI, llegando a España durante el XVIII.

Y para terminar, os dejamos con una cita literaria del escritor Mark Twain alabando la multitud de propiedades de esta verdura. Y es que si todavía no te has enamorado de ella con lo que te hemos contado, prueba con unos buñuelos de coliflor. No fallan.

“La coliflor no es más que una col que ha pasado por la universidad”

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