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Al vapor, hervida, cruda, cocida, licuada o simplemente fresca y a bocados, la zanahoria forma parte del grupo de alimentos con “efectos prometedores” en la prevención de algunos tipos de cáncer.  Junto con las espinacas y los tomates, hortalizas que también contienen carotenoides, sirven para prevenir el cáncer de mama.

Estamos ante una hortaliza de las más consumidas en el mundo y de origen iraní, o al menos esa es la constancia que se tiene, donde en un principio no se cultivaba para el consumo de la carne de su raíz sino por el de sus hojas y semillas.

Se sabe que la raíz o tubérculo como tal empezó a consumirse durante el siglo I, así que estamos ante una hortaliza con una larga historia y tradición.

Como curiosidad sobre la zanahoria y su color naranja, os recordamos que este color fue obra de productores holandeses que seleccionaron variedades de tonos diferentes hasta dar con este color para así honrar a la familia real holandesa, cuyo color de tradición es el naranja.

Hoy por hoy, la zanahoria la podemos encontrar en el mercado durante todo el año. Es un producto no estacionario, dado su gran consumo y su elevada producción, pero, en esto como en todo, la naturaleza manda y podemos encontrar las más sabrosas y de mayor calidad entre los meses de mayo a enero, que es cuando son propicias.

 

Propiedades y beneficios del consumo de zanahoria

Las zanahorias son ricas en nutrientes varios. En especial, en vitamina A y carotenoides. Ahora bien, también son una fuente de minerales como: el potasio, el fósforo, el magnesio, el yodo y el calcio; y, por otra parte, vitamina B3 (niacina), vitaminas E y K y folatos.

A continuación, te comentaremos más respecto a los beneficios de este alimento y por qué deberías incluirlo en tu dieta con mayor regularidad para aprovecharlos al máximo.

1- Los aromas de la zanahoria estimulan el apetito.

2- Comerla cruda fortalece los dientes y las encías. Ingerir verduras crudas como la zanahoria mejora el riego sanguíneo bucal y evita que las bacterias se adhieran a los dientes. Además, el flúor, presente en alimentos como las zanahorias, espinacas o manzanas, es un mineral fundamental para mantener en buen estado el esmalte dental y evita la aparición de caries.

3- Ayuda a combatir el estreñimiento y el dolor de estómago por intoxicación. Gracias a su alto contenido en fibra aumenta la cantidad de materia fecal y previene el estreñimiento. Además, calma las molestias gástricas y el exceso de acidez debido a sales minerales como el sodio, cloro, potasio y vitaminas del complejo B. Por ello, es un alimento muy recomendable si se padece gastritis.

4- Por su elevado contenido en agua, es diurética y ayuda a la desintegración de los cálculos renales.

5- Rica en potasio y fósforo, es un excelente vigorizante para mentes cansadas y restauradora de nervios.

6- Fortalece las uñas y el cabello, al que aporta brillo. Las células madre de la zanahoria son ricas en betacaroteno, también llamado provitamina A, que en el organismo se transforma en retinol o Vitamina A. Estos compuestos reparan las células dañadas por los efectos ambientales, y así fortalecen y revitalizan las uñas y el pelo. La Vitamina A ayuda en la producción de sebo, beneficioso para el cuero cabelludo.

7- Mejora la calidad de la leche materna. La ingesta de betacarotenos, minerales y encimas de la zanahoria favorecen la producción saludable de leche materna.

8- Y además de todo eso, la zanahoria también es buena para la vista. Detrás de esa antigua recomendación se esconde la auténtica esencia de las zanahorias. Los betacarotenos son unos poderosos protectores que evitan el envejecimiento prematuro. No nos darán la vista de un pájaro, pero sí protegerán nuestra retina y evitarán la aparición de cataratas. La ingesta diaria de zanahoria está especialmente recomendada en casos de pérdida de la agudeza visual y ceguera crepuscular (dificultad para ver por la noche o con poca luz). La OMS considera que la deficiencia de vitamina A es la causa más importante de ceguera infantil en los países en desarrollo.

La zanahoria es un alimento muy completo que conviene incluir más a menudo en la dieta. Por supuesto, no es necesario exagerar. No hay que olvidar que todo exceso puede llegar a ser perjudicial para la salud. En este sentido, la moderación es la clave del éxito.

 

Propiedades de la zanahoria cuando la consumimos cocida

Las zanahorias cuando se cocinan de modo cuidado y en cocciones saludables como al vapor o cocidas no pierden propiedades, al contrario, estamos ante uno de esos alimentos cuyo cocinado nos aporta ventajas.

En el caso de las zanahorias, cuando se cuecen, sus carbohidratos se hidrolizan en cadenas de azúcar más pequeñas, siendo de este modo su digestión más corta, por lo que sus hidratos de carbono se asimilan más rápidamente que cuando se consume cruda.

Otra de las ventajas de la zanahoria consumida cocida, es que estamos ante una raíz repleta de betacarotenos que son más asimilables en las zanahorias cocidas que en las zanahorias crudas, así que aquí estamos ante otra propiedad beneficiosa de su consumo cocido o al vapor frente al consumo en crudo.

La zanahoria cocida o al vapor es nuestra gran aliada para paliar problemas o enfermedades de tipo digestivo, así como úlceras estomacales, gastritis, etc., gracias a los efectos calmantes que aporta cocida, además de ser reparadora y un suavizante de las paredes mucosas del sistema digestivo.

Para que mantenga sus propiedades es importante que la consumas nada más cocinarla, o en el caso de que la hayas comprado que sea envasada al vacío para de este modo asegurarte que no hay pérdida de nutrientes.

 

Variedades de zanahoria

Las zanahorias se pueden clasificar por su forma y también por su tamaño. Las zanahorias de raíz corta son variedades tempranas y suelen presentar forma redondeada o alargada y cilíndrica. La típica zanahoria llamada baby.

Las zanahorias que encontramos con raíz larga y de variedad más alargada y puntiaguda. Tipo a lo que conocemos como zanahoria francesa, es una zanahoria fina y elegante.

Las zanahorias más comunes y que encontramos normalmente en los mercados tienen la raíz intermedia, su forma es cilíndrica y algo más gruesa, tienen la piel lisa y su color es naranja oscuro intenso.

 

Cómo elegir la zanahoria apropiada y más rica del mercado

Cuando vayamos al mercado a comprar esta hortaliza, la zanahoria debe estar limpia de tierra y arena y además es importante que tenga la piel suave y tersa. Si vemos que están mustias, con la piel arrugada o irregularidades en la superficie así como de color más apagado, mejor buscar otra opción.

Las zanahorias las escogeremos pequeñas o de mediano tamaño, de color naranja intenso. Las mejores zanahorias serán las que tengan un estrechamiento uniforme y sin raíces laterales que sobresalgan, esto nos indicará que han tenido un crecimiento óptimo. Miraremos también que no tengan manchas verdes en la punta, ya que esto además de les da un sabor amargo.

Si las compramos con hojas, estas tienen que ser frescas y de color verde. Las guardaremos en un lugar fresco y aireado, con la piel limpia y con un trapo húmedo.

Las hojas las podremos usar para hacer licuados o ensaladas, bien lavadas y guardadas en nevera.

La zanahoria en sí también aguanta varias semanas en la nevera, pero tendremos la precaución de tenerlas separadas de las frutas para evitar que les contagie de sabor amargo, por el etileno que desprenden algunas de ellas.

 

 

Usos de la zanahoria en la cocina

Cuando hablamos de zanahoria, estamos antes uno de los ingredientes más versátiles de la cocina, tanto de la tradicional como de la cocina más moderna.

Sin duda, en cualquier nevera que abras es más que probable que te encuentres con este tubérculo que hoy nos ocupa.

En su versión cruda, la zanahoria puede consumirse en: ensaladas, de forma troceada o rallada, queda deliciosa. También está muy de moda el usar la zanahoria en forma de crudités, bastones de zanahoria que hacen la función de servirnos para mojar salsas o untables, como el hummus de garbanzo.

También en crudo podemos usarla licuada en zumos procesados en frío. Bastará con pasar la zanahoria por la licuadora para obtener un delicioso zumo de zanahoria al que podemos añadir otros ingredientes para hacerlo más atractivo, por ejemplo la naranja, un poquito de jengibre y cacao en polvo espolvoreado por encima.

Siguiendo con la zanahoria en crudo, otra buena idea es usarla como snack, o picoteo entre horas. Además de saludable, estarás consumiendo un alimento saciante repleto de propiedades beneficiosas.

Si nos decantamos por la zanahoria en su versión cocida, las opciones se vuelven casi infinitas. Úsala en tus guisos, añádela a tus sofritos o a tus salsas preferidas. Además como guarnición es rica y saludable, ponle un chorrito de aceite de oliva virgen extra y no tendrás más que hacer que disfrutar.

La zanahoria cocida es muy usada también a la hora de preparar cremas y purés, a los que dota de un sutil sabor dulce, que resulta muy agradable para adultos y niños.

También podemos darle el protagonismo en recetas de repostería, gracias como decíamos, en parte, a su sabor dulce. Funciona genial como sustituto del azúcar en repostería, preparándolo a modo de puré que añadiremos en sustitución del azúcar común.

 

¿Sabías que?…

1 Las zanahorias empezaron a cultivarse alrededor del año 3,000 a. C, en lo que ahora es Afganistan.

2 Una zanahoria aporta más de la dosis de vitamina A recomendada que tu cuerpo necesita (este nutrimento ayuda a prevenir la ceguera, las cataratas y otros problemas visuales.

3 Su color se debe a su alto contenido de betacarotenos y alfacarotenos, pigmentos vegetales que el hígado transforma en vitamina A. Por eso comer zanahoria en exceso puede hacer que la piel, principalmente las palmas de las manos, adquiera un color entre anaranjado y amarillo.

Está compuesta 80% por agua.

5 La zanahoria pertenece a la misma familia del apio y el perejil (la Apiaceae).

6 Existen varios tipos de zanahorias y no todas son anaranjadas: ¡hay amarillas rojas y moradas!

7 La planta de la zanahoria originalmente era venenosa. Lo que lees. Agricultores franceses y alemanes necesitaron varias generaciones de cruces y diferentes métodos de selección hasta que lograron neutralizar sus propiedades tóxicas y convirtieron su raíz en la inocua y fresca fuente de vitaminas que conocemos hoy en día.

8 No era naranja. De hecho, las zanahorias originales eran moradas por fuera y amarillas por dentro. Pero, igual que a través de una serie de cambios se consiguió que dejara de ser venenosa, en el siglo XVI los holandeses lograron varios tipos mejorados, todos de color naranja. Los holandeses eran los principales productores europeos de zanahorias en ese tiempo e impusieron sus semillas patrióticas. Para ello utilizaron el color emblema de la Casa Real Holandesa de Orange.

En realidad no está claro que eligieran ese color para honrar a la monarquía que reinaba en el país en aquel momento, aunque seguramente no fue casual.

9 Zanahorias con sabor a chocolate. En 1997, los responsables del programa de televisión islandés Wacky Veg (algo así como «Verduras majaras») desarrollaron un aperitivo compuesto por zanahorias con sabor a chocolate. El invento no tardó mucho en ser retirado.

10 Vitamina A para ver en la oscuridad. Las zanahorias contienen vitamina A o retinol, y es verdad que eso es muy bueno para la vista. O mejor dicho, la carencia de vitamina A puede causar ceguera en entornos pocos iluminados. Pero en exceso no consigue que uno se convierta en un mutante con visión nocturna. El mito proviene de una estratagema del ejército británico para despistar a los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Los ingleses les hicieron creer que sus soldados habían desarrollado una capacidad excepcional para detectar bombarderos nazis en mitad de la noche a base de atiborrarse de zanahorias. Los cierto es que los radares tuvieron bastante que ver, pero los alemanes se tragaron la historia.

11 En la antigua Grecia y Roma, la zanahoria se cultivaba con fines medicinales: se consideraba un potente afrodisíaco. Los comerciantes árabes extendieron las semillas. Se diversificaron los tonos: se vendían zanahorias púrpuras, blancas, amarillas, verdes e incluso negras. Después llegaron las de color naranja gracias a los holandeses.

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